El sujetador asesino y otros usos

A medida que pasan mis días de funcionario descubro que prácticamente cualquier cosa puede suceder en la atención al público. Si pongo una cámara oculta me forraría pero seguiré los sabios consejos de Sevach y por ahora me quedaré dentro del margen de la Ley. En los últimos días he tenido varios incidentes en los que el sujetador ha sido el protagonista.
Ayer, atendía a una mujer entradita en carnes y más apretada que las tuercas de un submarino. Simpática, sin complejos y con un gran escote. Poca ropa sobre su cuerpo para combatir los calores veraniegos. En un momento dado y en tan sólo décimas de segundo una de las tiras del sujetador se rompió y salió disparada como cuando jugaba de niño con las gomitas, pasando cerca de mi cara y esquivando el latigazo con un acertado movimiento al más puro estilo "sálvese quien pueda". Instintivamente la única exclamación que salió de mi boca fue "¡coño con el sujetador de los huevos, casi me da!". La risueña mujer se encendió como la antorcha olímpica y nos pusimos a reir. Pero fueron sólo unos segundos. Como si le arrancásemos una de los enganches del puente de San Francisco, o una de las patas de la torre Eiffel, casi al instante el resto del sujetador comenzó a desplazarse hacia abajo en la parte de donde había salido la tira asesina, dejando casi al descubierto las intimidades de la señora...que inmediatamente se agarró el pecho con la mano. Todo muy engorroso y peligroso.
Hoy mismo, bajo la secuela del sujetador asesino, ha llegado una señora de cuyo canalillo colgaban cosas. Y no he podido resistirlo, "perdone Sra., pero le cuelga algo de la camisa". Y la mujer abrió la camisa y me enseñó un paquete de tabaco, un mechero y un pequeño llavero, "es que si no me lo meto aqui lo pierdo todo".
He tenido más experiencias con sujetadores y sus usos alternativos (me refiero a mi puesto de trabajo)...y es que de vez en cuando siguen llegando personas mayores con el fajo de billetes dentro del sujetador.

8 comentarios:

Vic dijo...

Juasjuasjuasjuasjuasjuas

Nini dijo...

Gracias por tu comentario.
Yo he trabajado durante 12 años en Recaudación y sé muy bien lo que dices; también soy funcionaria.
Una vez, uno se sacó un fajo de billetes del calcetín, ¡... y no veas para contarlos...!

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Y mi pregunta es... ¿Recibes en tu nómina un plus de peligrosidad?
Si no es así, deberías reclamarlo.

Marta dijo...

Eso pasa por ir embuchada, que parecen chorizos!!!

Funcionario's blog dijo...

Mujer, yo creo que más que un plus de peligrosidad, deberían darle uno de toxicidad, que ver según qué cosas no son plato de buen gusto.

Justamente, ayer vino una chica de nuestro Ayuntamiento con un vestido semitransparente, y se le veía hasta el tanga. Y, con lo cotilla que es la gente aquí, en seguida corrió la noticia.

Im-presionante.

PD. Y no te digo nada de cuando a Registro viene una gachí de quitarse el sombrero, que nos asomamos como buitres.

Anónimo dijo...

El artefacto ese sirve para sujetar; debe ser por eso.

Alicia en el País de las Maravillas dijo...

Recuerdo hace algunos años que el señor que tenía adjudicada la explotación de la cafetería vino a pagar el canon anual en efectivo. Se sacó el gran fajo de billetes del bolsillo del pantalón y quiso que yo lo contara.
Le mandé inmediatamente al banco.

Nosotras no tenemos tanta suerte, no se nos pasean muchos chicos guapos para alegrarnos la vista.

Wild Ceci dijo...

Jajajaja buenísimo este post...

La verdad que las mujeres con pecho exuberante son capaces de guardarse de todo en el escote, pero... no suele notarse...



¡Buen blog!