"Fíate de la Justicia y se te caerá el cielo encima"




El blog del genial Sevach es una fuente inagotable de sabiduría, experiencia, puntos de vista insólitos y enlaces a páginas fascinantes (chapó por la de Samuel Parra, dedicada a la Protección de Datos, que últimamente me traen de cabeza). Me ha costado varios días digerir una de sus entradas y posicionarme al respecto.


No tiene desperdicio el desarrollo completo de la aventura emprendida por un abogado para recuperar su teléfono móvil robado (léase para los exquisitos al derecho: hurto o desaparición...sin violencia). Os suplico encarecidamente su lectura en la web Al Derecho, cuyo subtítulo es el que encabeza esta entrada: "Fiat iustitia etsi ruat caelum". El protagonista en cuestión despliega todos sus conocimientos sobre el sistema judicial y también sus amistades para alcanzar su objetivo.


Reconozco que al margen de la espectacularidad del asunto y del magistral relato de los hechos la primera sensación que tuve tras su lectura no fue nada buena. Prepotente y excéntrico, esto es lo que me pareció. Pero luego recordé las enseñanzas de Yoda en la Guerra de las Galaxias y de aquella frase "tu enfoque determina tu realidad" (extraida del catálogo de frases absurdas de Yoda en la Wikiquote), me zampé con mis compañeros un arroz caldoso junto al mar y reflexioné sobre el asunto. Y enconces he cambiado mi enfoque: creo que lo que realmente siento es envidia por la inteligencia y determinación empleada por el valiente abogado.


Cierto es que a cualquier mortal le habría supuesto un desembolso económico importante (y desde luego superior al coste del terminal telefónico) la puesta en marcha de toda la artillería legal. También habrá quien considere que los juzgados y el trabajo de la Brigada de Investigación Tecnológica están para cosas más importantes que para resarcir la curiosidad de los abogados o constatar la veracidad de sus experimientos. Pero no, todo esto lo pude pensar al principio...ahora lo cierto es que la envidia me corroe.


Envidia porque me encantaría hacer lo mismo que este abogado para demostrar de una vez por todas que en mi particular batalla contra Orange no sólo la empresa me está toreando sino que las Administraciones que deberían defenderme han tratado mi reclamación como un churro más dentro de las millones de quejas que se tramitan cada año. Esto es extrapolable a multitud de cosas que nos suceden en nuestra vida diaria. Por ejemplo hace muchos meses unos ladrones intentaron entrar en casa descolgándose con cuerdas desde la azotea y causando destrozos. Dejaron huellas por doquier y tras presentar la denuncia todavía estoy esperando que vengan "los de la científica" tal y como me dijeron que harían en la comisaría. Ni pueñetero caso. Y hace unos días también tuve un problema con Bancaja que jamás tendrá solución.


Lo cierto es que si todos usásemos las mismas armas que este testarudo abogado para hacer valer nuestros derechos la vida nos podría ir mejor...¿o no?


Nota: en la foto superior el abogado viene a casa a ayudarme en mis problemas. En la inferior Yoda.

De limonadas, perdones, importancias y gambas


Vamos, que esta entrada es un auténtico gazpacho.
Limonadas porque Rosa Cobos desde su interesante blog ha tenido la deferencia de recomendarme. Nada más tener conocimiento de este galardón dije lo de siempre: "que no me lo merezco, que yo sólo pretendo entretener, que hay quien lo merece más que yo, que los funcionarios no podemos recibir premios, que se lo dedico a quienes sufren en silencio (de hemorroides por ejemplo), que lo voy a donar a una ONG, que se lo dedico a mi madre y bla, bla, bla". Pero no, en esta ocasión llamé a la Agencia Tributaria y pregunté si tenía derecho a alguna deducción en mi próxima declaración de la renta. Una vez retenido el IRPF del premio me escapé de viaje a la España profunda. Gracias Rosa, lo cierto es que el resto de los blogs que has recomendado (y otorgado una fresquita limonada) son mucho más interesantes.
Perdones porque no puedo resistir la tentación de reproducir textualmente la carta que ha salido publicada en el Periódico de Extremadura firmada por Daniel García:
"Pido disculpas por ser funcionario. Pido disculpas por haber estudiado una licenciatura y haber estado durante más de dos años (y aún sigo) con poca vida social, trabajando, y estudiando más de cinco horas diarias para aprobar dos oposiciones. Pido perdón porque este año nos han subido el sueldo un 2%, estando la inflación unas décimas por debajo. Pido perdón también porque esta misma cláusula se aplicó la última década, cuando el IPC era de más del 5%. Pido disculpas a la gente que durante los últimos años ganaban más del doble que yo sin tener la educación básica y me restregaban su flamante BMW nuevo. Pido perdón a todos los políticos, altos cargos, banqueros, empresarios y periodistas que abogan por la congelación del sueldo de los funcionarios para no hundir las arcas del Estado. Pido perdón por haber sido una hormiga y haberme ganado a pulso, en un procedimiento libre y abierto, mi puesto de trabajo."
Importancias porque me emocioné al leer el artículo de Ignacio Arias en La Nueva España, "La inmovilidad de los funcionarios", aunque dudo mucho que los cenutrios enemigos de los funcionarios lleguen a entender algo de lo que escribe.
¿Y las gambas del título? pues las gambas sustituyen a la limonada (que me disculpe Rosa) y van por todos vosotros...¡salud!