Los perniciosos efectos secundarios de la gastronomía mallorquina


Licor de hierbas, sobrasada y ensaimada...todo mezclado produce unos gravísimos efectos secundarios, especialmente si se consume en grandes cantidades y por altos cargos de la administración. No encuentro otra explicación sensata a la actualidad que nos suele llegar de las Baleares. Ya os narré con detalle la historia de "amor" del funcionario de prisiones, que era de Mallorca; también son habituales las excentricidades administrativas que relata casi a diario mi amigo en el Funcionario´s Blog y ahora me entero que la consejera de Interior del gobierno mallorquín envió a un equipo de rescate en helicóptero para recoger a un funcionario.


Y me parece estupendo, otra cosa es que hubiese utilizado un helicóptero para ir de compras o llegar antes a la playa con la familia, pero ya me gustaría que mi alcalde me enviase el coche patrulla para ir a currar. Me da que el gabinete de comunicación de la consejera funciona regular, tirando a mal, porque la noticia podría tener otros enfoques más "políticamente correctos": ejercicio especial de salvamento, curso de reciclaje, motivación del personal, verificación del cumplimiento de la jornada laboralde o gratificación extraordinaria a funcionarios en activo...


Puestos a imaginar me cuesta trabajo pensar en el careto del funcionario cuando se acercó el helicóptero con el equipo de rescate a recogerlo. Y ya que escribo sobre excentricidades y los efectos que la exquisita gastronomía mallorquina provoca en los empleados públicos propongo participar en el debate del Funcionario´s Blog sobre su peculiar uniforme de trabajo: pasen y vean...

Sólo para adultos. Dudas sexuales de un funcionario


Estaba claro, hoy día de reflexión tenía pensado escribir sobre mis últimos días de vacaciones en Cerdeña, sobre mi cambio de puesto de trabajo, del viaje de mi compañero Pepe a "frikiJapón", mi nueva experiencia como "representante de la administración" en las elecciones de mañana o del jefe tóxico de mi amiga C. que le está haciendo la vida imposible. Pero a veces la actualidad me lo pone a huevo (y esta palabra viene que ni pintada)...cambio de tercio (o sea que esto nada tiene que ver con los funcionarios, todavía está a tiempo de salir de este blog. El que avisa no es traidor) y como buena jornada de reflexión prefiero lanzar al aire una duda existencial que me corroe por dentro desde esta mañana.

Muere David Carradine, el escuálido actor del pequeño saltamontes. Vale, bien, todos debemos morir, pero El Mundo titula hoy que su muerte se debió por un "accidente sexual" y cita fuentes de la investigación. Pero lo que me trae de cabeza es la técnica que el Sr. Carradine estaba utilizando para darse gustito en el momento de la muerte: "desnudo con una cuerda atada al cuello, otra a los genitales y ambas al armario".

Dos reflexiones al respecto: por más que lo intento imaginar y miro el armario no logro encontrarle el puntito gracioso. Y otra cosita, al funcionario Worapong Siewpreecha, general de la policía de Bangkok, alguién debería darle algunas clases sobre privacidad, derecho a la intimidad o sensatez y cordura en sus declaraciones a la prensa...o enviarlo directamente a controlar el tráfico...con una cuerdecita que le sujete el pito por supuesto.