Embargar nóminas: una profesión de alto riesgo


Lo que más cabrea a un contribuyente es que se le embargue su nómina. Y a mi ayuntamiento le ha dado por ejecutar este procedimiento por centenares, ¿resultado?, pues una tensión sin parangón entre todos los funcionarios que debemos atender a los indignados ciudadanos y la sensación de que en cualquier momento entrará algún tipejo con un cuchillo jamonero y nos cortará las pelotas o los pelotos.
De los tres embargos posibles (nómina, cuenta corriente y casa) el que afecta al sueldo mensual se lleva el premio. Nada molesta más. Si a esto le añadimos que en la mayoría de los casos el susodicho no tiene ni idea de las deudas que se le reclaman (fundamentalmente porque se las hemos estado notificando a una dirección antigua que nunca llegó a actualizar) y que las cantidades suelen ser considerables...pues imaginad. La principal causa de la irritación se debe a su proyección laboral. Y es que nada más llegar el mandamiento de embargo a la empresa lo que suele acontecer es que el departemento de personal correspondiente te gratifica con una llamada de teléfono para darte la buena noticia. Esto si tienes departamento de personal porque si trabajas para una empresa familiar es muy probable que contacte contigo tu suegro para preguntarte directamente por qué coño no has pagado lo que debes.
Lo siguiente es fácil de imaginar; llamada de teléfono a mi departamento aderezada de insultos y amenazas y la posterior visita en la que el sujeto deudor suele aparecer acompañado de su amigo "que es abogado y os vais a cagar" o del portero de discoteca ucraniano con cara de pocos amigos (al menos amigos vivos).
Para que luego digan que la nuestra no es una profesión de riesgo.

4 comentarios:

Marta dijo...

Jolín que miedo, aunque la verdad no me extraña el cabreo de los "susodichos".

Reclama una extra por peligrosidad!!!.

Jajaja dijo...

No pagarle a un agricultor todas las subvenciones que cree que se merece (o que sabe que no merece, pero "por si cuela") también cabrea bastante. Sé de varios funcionarios a los que han ido a verlos con garrotes e incluso, en una ocasión, amenazaron a un compañeron en la calle con una navaja. Afortunadamente, con la separación de Agricultura y Medio Ambiente, nos hemos librado de los furtivos: La combinación de escopetas y encefalograma plano nunca puede traer nada bueno.

Y el caso es que en la mayoría de las ocasiones el funcionario no puede hacer absolutamente nada. Pero la gente se debe pensar que esto es un sindiós y un mamoneo permanente (que lo es, pero menos) y que cualquier funcionario mindundi puede conseguirle una subvención si le ruega o le amenenaza con la suficiente insistencia (lo de sobornar ni se lo plantean, los muy ratas). Así un compañero ha tenido que rechazar un trabajo al lado de casa por no aguantar a sus vecinos todo el día con lo de "algo podrás hacer tú".

Anónimo dijo...

Mi jefe si que es un peligro.

Funcionario's blog dijo...

No os digo nada de la gente de los Mercados y Mercadillos (aunque hay de todo)...