Sobran los ejemplos y los casos pero al leer la información del Levante-EMV ("Colapso y caos en los juzgados de Nules") he pensado inmediatamente en las aventuras que con regularidad nos cuenta el amigo "Funcionata (Vivencias en la Administración)", cuya presentación del blog no puede ser más expresiva:
"Un lisérgico viaje por los entresijos y vericuetos del cosmos administrativo, donde lo cotidiano se mezcla con el surrealismo, el frikismo y lo absurdo."
"Un lisérgico viaje por los entresijos y vericuetos del cosmos administrativo, donde lo cotidiano se mezcla con el surrealismo, el frikismo y lo absurdo."
Pues eso, que he visto la foto y me recordó a todos sus capítulos, con cajas, extintores, rollos de papel higiénico y ratas. Vamos que se queja por puro vicio. Y lo mismo le sucede a estos compañeros de los juzgados de Nules (Castellón), donde se acumulan los expedientes por los suelos, cajas hasta el techo, ordenadores, rotos, pruebas del tiempo de los dinosaurios, huesos humanos en las estanterías, larvas que se comen la ropa, la comunidad de ácaros más grande de Europa y cuatro pobres guardias civiles sentados sobre los archivadores del caso Kennedy porque las sillas hace tiempo que desaparecieron abducidas o digeridas por una de las larvas...o de los dinosaurios.
Y pienso: si los políticos organizan jornadas de puertas abiertas, ¿por qué no organizan los compañeros de Nules lo mismo y convierten los juzgados en una nueva atracción turística?